“Sanar depende de escuchar con el oído interior” Marion Woodman.
A menudo tanto el mundo exterior como nuestro mundo interior se encuentra inundado por el ruido. Ruido en forma de fantasías catastróficas, “deberías…”, “tengo que…” o listas interminables de preocupaciones. Esta espiral nos aleja del contacto con nosotras/os mismas/os. A veces sólo es cuestión de pararnos a escuchar, de atendernos. Bajar el volumen del ruido y sentarnos a reflexionar: “¿Qué siento en este momento? ¿Qué sensaciones hay en mi cuerpo? ¿Qué necesito aquí y ahora?”
Y tú, ¿qué escuchas?
Reflexiones del Equipo Sal
Julia del Junco